Alessandro Meli (Torino, Italia; 29 años) es el seleccionador del equipo asturiano de rugby inclusivo, un conjunto ejemplar que entrena una vez al mes mostrando un compromiso irreductible con el deporte.
Valoración del Campeonato de España: “Tiene que ser positiva a todas luces. Ha sido una experiencia muy bonita para los chicos, aparte del torneo en sí mismo todo el contexto que va aparejado: el viaje, la convivencia entre ellos y con otros equipos, etc. El campeonato en sí, a ser rugby a 7, es verdad que no es la mejor especialidad que se adapta al inclusivo ya que hay mucho espacio y se premia mucho la habilidad física más que otra cosa. Entonces para nosotros es más difícil jugar a rugby a 7, pero los chicos se lo pasaron genial que es lo más importante de todo, los resultados son secundarios. Aunque en el campo se vieron cosas muy buenas”.
Grupo humano: “El equipo está compuesto por personas con y sin discapacidad, o sea que es un grupo mixto. Al final aprenden unos de los otros y todos aportan cosas. La dinámica del equipo crece de una forma increíble”.
Deporte inclusivo como ejemplo: “Sí, en el rugby inclusivo cabe todo el mundo y hay que remarcar que la federación asturiana ha sido pionera en ese aspecto. Juega gente que nunca ha jugado a rugby, otros que llevan haciéndolo durante 20 años, unos con discapacidad, otros sin ella…”.
Condiciones para formar parte del equipo: “Puede parece que términos como “inclusivo” y “selección” sean antónimos, pero nuestro primer objetivo es que participe todo el mundo si es posible, pero en el caso de que haya que seleccionar, lo cual sería magnífico porque significaría que este proyecto ha tenido mucho éxito, nosotros seleccionaremos por compromiso. La persona que asiste a más entrenamientos tendrá más oportunidades de ser seleccionada, nunca lo haremos por habilidades”.
Relación con el rugby: “Empecé a jugar muy pronto, ya con 8 años en el club de mi pueblo. Cuando tenía 15 años me pasé al Rugby Torino, que es el club más antiguo de Italia, y llegué hasta el primer equipo. Cuando tenía 23 años lo dejé porque fue cuando me vine a vivir a España. Ya cuando estaba en Italia, el equipo de habilidades mixtas entrenaba antes que nosotros y me interesó el tema. Con ese equipo, el Chi Vasso jugamos el primer Mundial de la especialidad y ahí me di cuenta que esto era algo muy grande y que estaba creciendo mucho a nivel mundial. Cuando me mudé a España dejé un poco de lado el rugby, aunque estuve un tiempo con el Oviedo RC pero me lesioné y ya no volví. Un día me enteré de que había un equipo de rugby inclusivo en Llanera y les propuse aplicar la modalidad de ability y les gustó la idea. Hemos pasado de tener 5 chicos hace un año y media a ser ahora 25. Un equipo que está creciendo totalmente y con un compromiso ante los entrenamientos del 90%”.
Futuro en Asturias: “El siguiente paso es crear un entorno en Asturias donde podamos jugar muchos equipos. Necesitamos que otros clubes vayan creando sus equipos inclusivos como han hecho recientemente el Gijón, el Cowper y el Belenos, que lo hizo con chicos de Tapia. Nuestro objetivo es que el rugby inclusivo crezca en Asturias”.
