ENTREVISTA A CLARA PIQUERO (AVIRON BAYONNAISE)
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21/04/2022

Para Clara Piquero el rugby es mucho más que su deporte, es una pasión de la que se enamoró cuando buscaba un deporte de contacto que practicar y, siguiendo los pasos de su hermano, encontró el deporte del balón oval.

 

El ala del Aviron Bayonnaise se proclamó recientemente campeona de Europa con la selección española en un partido que trajo como cara amarga una lesión en forma de rotura de peroné, pero ya trabaja para llegar a los torneos de seven este verano. Actualmente Clara vive su tercera temporada en Francia, mientras compagina el rugby con sus estudios de Educación Social en la Universidad de Donosti.

 

P: ¿Cuáles fueron tus inicios en el mundo del rugby?

 

R: Pues antes hacía atletismo y béisbol, pero en el béisbol a partir de una edad ya no se puede jugar con los chicos, y pasé a practicar sófbol pero en Asturias no hay demasiado nivel. Al final solamente estaba yendo a entrenar, no competíamos nada y llegó un momento en el que me aburrí. Mi hermano había comenzado a jugar a rugby, y me apetecía mucho jugar algún deporte de contacto. Fui un día a probar a la Laboral y me gustó mucho. Lo vi divertido. Era algo que nunca había visto hasta el momento que mi hermano lo empezó a jugar. Me llamó todo tanto la atención que me enganchó.

 

Además yo era la única chica en aquel momento en el Gijón, todo lo demás eran chicos. La verdad es que estaba muy a gusto con ellos. Enseguida hicieron todo lo posible para integrarme y ayudarme en el campo. Hice mi grupo de amigos que acabó siendo mi equipo, aun siendo yo la única chica. Por ese lado también me gustó mucho.

 

P: Llama mucho la atención la buena integración que tuviste. Al igual que en otros casos la incorporación de la mujer a un deporte puede ser complicada, en tu caso fue todo lo contrario.

 

R: Sí, ellos venían de haber tenido tres compañeras que lo habían dejado el año que yo empecé. Al principio sí que fue algo como “bueno, una chica otra vez”. Creo que no se esperaban volver a tener una chica en el equipo, pero me acuerdo que en el primer entrenamiento que fui, Arturo y Oli fueron los primeros que me hablaron y me explicaron un poco el juego. Gracias a ellos, el resto se fue animando y a involucrarse. Luego pasé a ser una más en el equipo y me sentí genial con ellos.

 

P: ¿Qué recuerdas de esa etapa en el Gijón RC? 

 

R: Pues tengo algunos sentimientos encontrados por decirlo de alguna manera, porque yo venía de estar muy bien con los chicos, de hecho no quería ir con las chicas, pero hubo algunas que me animaron a ir con ellas y al cumplir 16 años y pasar con el equipo femenino, todo fue muy bien pero llegó un momento en el que empecé a destacar bastante y, aunque esté feo decirlo, yo sabía que tenía que irme fuera. Yo estaba muy a gusto en el Gijón y no me quería marchar, y por parte del equipo nadie me animó a hacerlo, quitando a Berta, que fue la que insistió para que me fuera y me estancara. Eran ligas muy divertidas con los viajes en el bus y todo, pero llegó un momento que el cuerpo me pedía más.

 

P: Luego pasaste por El Salvador…

 

R: En una de las conversaciones con Berta, ella terminó de convencerme para irme fuera, me dijo que había hablado con Carmen Pérez y que estaba todo planificado para que me fuera tres semanas a hacer la pretemporada con El Salvador. Fui con la idea de volver a Gijón luego de esas tres semanas, pero a la semana de estar allí ya llamé a casa para decirles que me quería quedar allí, en Valladolid. Estuve jugando esa temporada en El Salvador y ahí conocí a mi pareja actual que es Kerman Aurrekoetxea, que también jugaba en El Salvador. Le surgió una oferta de trabajo como jugador de rugby en Francia, concretamente en Biarritz, y decidí irme con él. Vi que era una buena oportunidad para aprender un idioma y progresar en el deporte, y no me lo pensé.

 

P: ¿Qué diferencias más importantes ves entre el rugby francés y el español?

 

R: Pues a nivel de juego, sobre todo la velocidad y el nivel de contacto. En Francia todas las chicas, aunque no sean súper estrellas, juegan a un nivel de contacto muy alto, empezando por los entrenamientos. Luego en cuanto al ritmo de juego, se toman decisiones muy rápidas en comparación con España.

 

P: ¿Y en cuanto a la estructura de los clubes?

 

R: Bueno, eso depende del club en sí. En Francia depende mucho de si el club tiene equipo masculino que respalde al femenino o no. Es un país donde el rugby tiene mucho peso y los clubes que tienen equipos masculinos importantes, cuentan con muy buenas instalaciones, buenas condiciones para entrenar y compaginar el deporte con tu vida laboral o académica. Luego hay otros clubes que son más humildes, que ya no tienen tantos medios.

 

P: Siempre tienes como referencia a Berta García Alonso, ¿qué significa para tí?

 

R: Pues como te dije antes, fue la única que vio el potencial que tenía y me dijo que lo explotara. Iba a entrenar y hacer físico con ella desde los primeros años en el Gijón.

 

P: En el pasado mes de febrero la final del Europeo ante Rusia fue muy especial por todo lo que empezaba a pasar en Ucrania. ¿Cómo se vivió el partido en ese aspecto?

 

R: Pues nosotras habíamos preparado el partido con normalidad, estábamos tranquilas, pero ya empezamos a ver noticias y a preguntarnos qué podía pasar. Los días previos del partido nos reunieron a todas y nos explicaron la importancia y la preocupación de la situación. A partir de ahí tuvimos mucha incertidumbre, porque no sabíamos si se jugaría o no y qué consecuencias podía tener. Hasta el mismo día del partido por la mañana no tuvimos la confirmación 100% de que se iba a jugar. Me acuerdo de que antes del partido se reunió el staff con nosotras para decirnos que era un partido importante no solo por ser una final, si no porque se habían enterado que la selección rusa tenia presión de su federación para no jugar el partido, que podían tener consecuencias para ellas por no poder regresar a su país. Se agradeció que ellas decidieran jugar igual el partido por respeto al rival y fue un partido aún más especial por las condiciones en las que se jugó.

 

P: De todos modos Clara, es realmente triste que al final la política afecte al deporte de una forma u otra, sobre todo a deportistas como en este caso eran las integrantes de la selección rusa, que no tenían ninguna culpa de lo que estaba sucediendo, ¿verdad?

 

R: Sí, sí, creo que ahí se estaban mezclando dos cosas que no tenían nada que ver. El resultado que se diera no significaba ninguna inclinación política ni nada. La verdad es que es bastante penoso que unas jugadoras tengan esa responsabilidad.

 

P: La lesión te tiene ahora con el objetivo de regresar a tiempo para los torneos de seven de este verano.

 

R: Me da pena, porque creo que estaba haciendo una gran temporada este año. Además, estaba otra vez entrando en dinámica de grupo tras pasar la otra lesión de menisco y creo que era la recompensa al mal trago que estaba pasando con los problemas de mi club en Francia. Pero son consecuencias de jugar al rugby, que es un deporte de contacto. Tengo la posibilidad de poder jugar los torneos de seven este verano y tendré que intentarlo y si no, pues no pasa nada. A trabajar de cara a la próxima temporada.

 

P: ¿Qué planes tienes de cara a la próxima temporada?

 

R: Aún no lo sé. Todavía es muy pronto y además con mi lesión, no sé qué puede pasar. Tengo todavía tiempo de aquí a la próxima temporada para poder tomar decisiones y todavía hay muchos frentes abiertos.

 

P: ¿Qué sueños te quedan por cumplir en el rugby?

 

R: Hombre, pues en el rugby 15 me gustaría terminar una temporada completa en Élite 1 y, sobre todo, poder jugar un Mundial con España. En cuanto al rugby 7 llegar a jugar unos Juegos Olímpicos sería la leche, y es por lo que estamos trabajando ahora para poder llegar a París 1924.